A menudo la vida cambia, tiene cambios para bien y otros no tanto, como nos lo tomamos todo nos diferencia a los unos de los otros. El gesto con el que miras al mundo te define, es una forma de vida y todas esas mierdas que te pueden poner en un anuncio con música modernita de coches o de tampones. Pero, la verdad es la siguiente, los cambios que nos atañen suelen estar muy influenciados por la gente que nos rodea y la forma en la que los aceptamos suele venir impuesta por el resto. Tener personalidad es saber mandar a la mierda los movimientos que la chica sexy de culo respingón llamada Vida nos ofrece a golpe de twerking.
Mandar a la mierda, un ejercicio de salud mental y hasta física a veces. Nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestra salud, acepta, tolera, pero no dejes que esto cambie tu forma de soñar, de ilusionarte, de ver el presente, el pasado y por supuesto, el futuro.
A menudo escondo mis emociones, cada vez menos, no paro de repetirlo, es curioso como avanzan mis días y mis canas siendo una evolución natural del crío raro y un poco reservado. Hay que tener muy presente quienes te importan y quienes no, eso es algo que cada vez tengo más claro. Normalmente son nuestros defectos los que nos definen, no nuestras virtudes, pues estás, socialmente no están en primer plano. Las pedradas que cada uno tenemos son ese vestido con el que salimos a perrear en nuestro día a día. Esas locuras son nuestros trapitos que lucimos, unos sin miedo, y otros con cierta vergüenza antinatural. Soy un poco exhibicionista, eso está ya muy claro. Lo que hago lo hago por que me apetece cuando me apetece, y normalmente lo que no me apetece no lo hago. No debemos hacer caso a esos compromisos impuestos donde nuestra esencia no es más que un acompañante de lujo muy caro y con poco cunnilingus.
Transgredamos el protocolo, rompamos las barreras que nos cercenan nuestra libertad, esa pequeña libertad, falsa, limitada y con olor a sexo sucio y decadente, ese "aquí están mis pelotas" acompañado de la picara sonrisa de quien sabe que ese último chupito sobraba o ese último polvo esporádico fue inmaduro e incluso inapropiado. Amen por esos momentos de inmadurez, por esos ratos de libertad con derecho de arrepentimiento reservado.
Tengo muy claro como no quiero vivir. ¿El resto puede decir lo mismo? Digamoslo joder, siempre hay tiempo de cansarse de ser uno mismo y pasar a ser una persona de bien de esos que van a cumples los fines de semana, que ponen fotos domingueras, y que por la noche se quedan dormidos empalmados esperando a que el destino les haga una mamada inolvidable con beso negro de despedida.
Nuestros sentimientos y emociones son nuestras, no dejemos que los pervierta una sociedad donde la marca de ropa o el tipo de coche nos hace tener más éxito o menos que el resto. Esta mierda solo es un cumulo de momentos, hagamos que sean auténticos, exprimámoslos, no dependamos de nada ni de nadie, cada minuto cuenta, seamos lo que somos, pero con estilo, con sonrisas, con bailes, con locura.
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