jueves, 30 de enero de 2014
Energía
Como bien sabemos la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. De ahí podemos empezar a deducir que todo lo que nos rodea puede influenciar en nuestra energía.
Ser conscientes del efecto que puede tener todo esto en nuestras emociones es muy importante, nos puede ahorrar tener una actitud equivocada ante estas influencias. No somos realmente conocedores de hasta que punto la transformación de la energía puede hacer de nosotros una cosa o totalmente lo contrario.
Hay gente que ha pagado grandes cantidades por influenciar en el sentido de la energía que le rodea. Decoración, luz, color, escultura, arquitectura, música, literatura... arte.
Soy artesano de energías, de emociones, de gestos y miradas. Transformar la cantidad de energía que me brinda la vida en una emoción, transformar el calor de un público en pura fuerza, alegría, tristeza o dolor, etc.
A veces no sabemos bien por que nos atrapa este mundo donde invertimos horas y horas de nuestra vida para darle forma a una idea, para sacar esa emoción que nos pone los pelos de punta y hacerla palabra, nota musical, voz. Entonces pienso y llego a la conclusión de que soy un vagabundo hambriento de energía, de emociones, necesito tomar un poco de la energía que me da el público. Y la mayor gratitud que puede tener un artista es llegar a devolver una mirada, una sonrisa, un gesto de cariño, de respeto, con una emoción, y transportar a esa bomba vital que nos entrega su energía a un universo llamado sentimiento.
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