martes, 3 de diciembre de 2013


   Somos lo que pensamos, esa conclusión es fácil. Pero nos encontramos un problema muy importante. ¿Qué pensamos de nosotros mismos? ¿Nos influye la visión externa en nuestras propias conclusiones sobre nuestra personalidad? Son dos interesantes preguntas que a veces nos hemos hecho.

   Sí, normalmente influye lo que nuestro entorno piensa de nosotros mismos en nuestra percepción. Que sea algo común no quiere decir que sea correcto, pues la percepción externa quien debe cambiarla es uno mismo y para ello tiene que empezar desde dentro. Así llegamos a la conclusión de que realmente es importante aprender a valorarnos por nosotros mismos. Aceptarnos no es más que un paso necesario para conocernos.

   Perdonarnos, mirarnos al espejo y perdonarnos, empecemos por ahí. Es lo mas complicado, lo mas difícil, perdonar, pero, si empezamos por nosotros mismos ya el paso de perdonar al resto del mundo es mas sencillo. No se puede pasar por la vida, vivir y no hacernos daño ni hacerlo al resto del mundo. Creo que es imposible, directa o indirectamente, nuestra vida es una onda en el agua que choca con mas ondas. Pero igualmente de difícil es no hace feliz a al menos una persona a lo largo de nuestra vida. Por lo tanto todas las vidas tienen un valor, nos guste o no reconocerlo.

   En los días que corren es complicado observar ciertas cosas y no caer en el error de quitar humanidad a ciertos individuos. Todos creemos conocer la verdad y ver más allá de lo que nos muestran, pero es muy sencillo ver formas distintas a las reales cuando lo miramos desde una perspectiva lejana.

   La conclusión es que en el bosque una serpiente puede parecer una amigable rama. Dudar es un gran acto, pues nos hace cuestionarnos a nosotros mismos. Dudemos, perdonemos y aceptemos. Los tres pasos menos dados en este tiempo. Ahora se lleva mas el acusar, excusar y enjuiciar. Como si no fuera suficiente juez el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario