lunes, 19 de mayo de 2014
Tras varios días observando conductas, involucrándome en algunas de ellas siendo uno mas, viviendo y sintiendo lo que la aborregada mayoría de las personas hace, he aprendido bastantes cosas. En primer lugar es que cuanto más salgo fuera, más hecho de menos este bosque, donde me refugio y pienso, reflexiono sobre todo lo que me rodea, apago mis odios y avivo mis alegrías.
La segunda reflexión, tiene que haber un lugar en la tierra donde no tenga que meterme en un bosque imaginario para poder pensar como pienso sin que nadie venga a juzgarme desde su pedestal social. Ésta, lamento decir que todavía no tiene respuesta, pero ando en ello, a unas malas siempre me queda volverme más loco hasta lograr que me ingresen, seguiría escribiendo, aunque dudo que pudieran leerme.
La tercera y la que mas me ha extrañado por encima de las dos anteriores, que ya venían sonando en mi cabeza desde algún tiempo, es la total falta de personalidad de los que nos rodean. Están tan ocupados buscando de donde sacar dinero para luego gastarlo, que no se dan cuenta de que realmente no disfrutan del modo en como lo gastan. El ser humano se está convirtiendo en una maquina que solo mueve dinero de un lado a otro, que curiosamente, al final suele llegar al lugar de donde ha salido, y así poder acumularlo como una gran fortuna. Contemplaba ese baile demente de avaricia y consumo pensando que tengo algunos libros por leer y algunas canciones por escuchar. Y mi tiempo empezaba a hacerse caro.
Llevo muchos años viendo este proceder, pero mi percepción está cambiando por que renuncié a dar las cosas por sentado, ahora dudo de casi todo. Cuando creces creyendo en unos valores y te das cuenta que "Donde dije digo ahora digo Diego", y que la palabra responsabilidad es una anciana violada y vejada que pronto caerá en el olvido, es fácil cambiar tu manera de verlo todo.
La felicidad normalmente no viene del "que", viene del "con quien". Disfrutemos de la compañía de la gente que amamos, ya que nos van a juzgar por lo menos que tengamos un poquito de cariño por el juez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario