domingo, 12 de octubre de 2014
Desnudarse ante uno mismo es un ejercicio absolutamente necesario para comenzar nuestros retos.Tener retos es saludable emocionalmente, incluso cuando fracasamos en ellos. Nuestros fracasos nos sirven tanto como nuestras victorias. Todo esto son perrogrulladas, pero el ser humano es un animal olvidadizo.
Personalmente he decidido tener varios retos pequeñitos, alguno menos mas grande a medio plazo y uno o dos a largo plazo de tamaño considerable. Son retos personales donde no voy a poner el foco sobre la labor de mi entorno si no sobre la mía misma. Es necesario contar con más gente, pero voy a ver cuales son mis límites personales, ya que hasta ahora soy consciente de la labor externa, ahora quiero ser consciente de mi labor interna.
Los retos pequeñitos posiblemente sean los mas importantes que tenemos ante nuestra vida. Pequeñas gotas hacen un gran mar, es increíble lo fácil que se nos olvida todo esto. Centrémonos en el pequeño acto y podremos tener la función entera organizada y ordenada. Un mundo caótico puede ser un lugar lleno de oportunidades para alguien que organiza sus pasos.
Los problemas, obstáculos, dificultades no son nuestros guías, solo pequeños baches que vamos a ir encontrándonos a lo largo de nuestro camino. No merece la pena focalizar nuestros pasos en otra cosa que no sea nuestra meta, por corta que sea es muy importante. Grabarnos esta idea nos puede hacer evolucionar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario