martes, 21 de octubre de 2014


   Nada es eterno, nada esta libre del paso del tiempo, nada se queda tal cual, ni nosotros, ni la naturaleza, ni tan siquiera un sueño. Todo está en constante cambio incluso la estupidez humana, y por esa estupidez no somo conscientes de que nada se detiene. Pensamos que todo va a estar bajo nuestro control, creemos que podemos ser dueños del tiempo.

   El tiempo es rey en nuestras vidas, nos controla, nos empuja, nos frena, nos condiciona. Es el que hace que todo cambie, que nada se quede intacto. Cuando comencemos a aceptar esa máxima podremos experimentar la vida con mayor plenitud.

   No debemos ser esclavos del tiempo como no lo debemos ser de ninguna de las leyes físicas que nos rodean, Solo debemos tener en cuenta su existencia y adaptarnos, el reloj nunca se detiene y esto tiene sus ventajas.

   Cuando estamos en una crisis (cambio) de algún tipo, solemos pensar que el reloj se va a detener por nosotros, nada más lejos de la realidad, este sigue continua, hasta que ese cambio ha sido efectuado y podemos afrontar el mañana con una experiencia más.

   Cuando hay uno de esos momentos que queremos atrapar para siempre en nuestras vidas, esos instantes que siempre vamos a guardar en nuestra memoria como de felicidad, queremos detener ese reloj, pero tampoco se detiene. Los momentos adquieren mas valor cuanto más fugaces sean. Esto os lo dice alguien que prácticamente respira cuando hay acordes sonando en su voz.

   La vida es empujada por el tiempo, para que luchar en contra, lo bueno es breve y lo malo también acaba. Vivamos mecidos por el tiempo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario