martes, 28 de octubre de 2014




   Cada momento de nuestra vida es irrepetible, cada gesto que tenemos cuenta, cada palmo de nuestro camino suma. Es increíble como sembramos en uno o en otro sentido dependiendo de nuestras elecciones, pero lo mas maravilloso es el poder de redención de nuestra especie.

   Cometemos errores y siempre quedarán grabados en nuestra conciencia, es imposible obviar lo que nuestro Pepito grillo nos cuenta por las noches. Hay errores pasionales y otros racionales, pero siempre vamos a tener borrones en nuestro historial. De estúpidos sería obviar todo esto negándonos la oportunidad de aprender de la experiencia sea en el sentido que sea.

   Tener una predisposición positiva a la posibilidad de equivocarnos nos hace mucho mas humildes y mas eficientes en nuestro día a día, siempre que se esté dispuesto a pagar el precio de nuestra responsabilidad. Es necesario tener la fuerza suficiente para analizar las situaciones y ver en que medida los errores son propios o externos, y una vez aclarada esta cuestión tomar decisiones lo mas justas, sabiendo la dificultad de esta empresa.

   Intentar encauzar nuestras vidas después de nuestros fallos es algo que nos hará mucho mas sabios y libres. Es un camino complejo pero nutrirá nuestro desarrollo personal. Nunca hay que olvidar que por pocos que sean los resultados, cualquier detallito, por pequeño que sea, suma a nuestro favor. Sembrar y recoger. 

   En ésto no hay ganadores ni perdedores, por que como siempre digo, todo depende de la percepción que se tenga. Esta mierda es corta y hay que vivirla exprimiéndola al máximo. Estamos de paso y vivir es experimentar. Carpe Diem, con coco, pero Carpe Diem.


martes, 21 de octubre de 2014


   Nada es eterno, nada esta libre del paso del tiempo, nada se queda tal cual, ni nosotros, ni la naturaleza, ni tan siquiera un sueño. Todo está en constante cambio incluso la estupidez humana, y por esa estupidez no somo conscientes de que nada se detiene. Pensamos que todo va a estar bajo nuestro control, creemos que podemos ser dueños del tiempo.

   El tiempo es rey en nuestras vidas, nos controla, nos empuja, nos frena, nos condiciona. Es el que hace que todo cambie, que nada se quede intacto. Cuando comencemos a aceptar esa máxima podremos experimentar la vida con mayor plenitud.

   No debemos ser esclavos del tiempo como no lo debemos ser de ninguna de las leyes físicas que nos rodean, Solo debemos tener en cuenta su existencia y adaptarnos, el reloj nunca se detiene y esto tiene sus ventajas.

   Cuando estamos en una crisis (cambio) de algún tipo, solemos pensar que el reloj se va a detener por nosotros, nada más lejos de la realidad, este sigue continua, hasta que ese cambio ha sido efectuado y podemos afrontar el mañana con una experiencia más.

   Cuando hay uno de esos momentos que queremos atrapar para siempre en nuestras vidas, esos instantes que siempre vamos a guardar en nuestra memoria como de felicidad, queremos detener ese reloj, pero tampoco se detiene. Los momentos adquieren mas valor cuanto más fugaces sean. Esto os lo dice alguien que prácticamente respira cuando hay acordes sonando en su voz.

   La vida es empujada por el tiempo, para que luchar en contra, lo bueno es breve y lo malo también acaba. Vivamos mecidos por el tiempo.





domingo, 12 de octubre de 2014


   Desnudarse ante uno mismo es un ejercicio absolutamente necesario para comenzar nuestros retos.Tener retos es saludable emocionalmente, incluso cuando fracasamos en ellos. Nuestros fracasos nos sirven tanto como nuestras victorias. Todo esto son perrogrulladas, pero el ser humano es un animal olvidadizo.

   Personalmente he decidido tener varios retos pequeñitos, alguno menos mas grande a medio plazo y uno o dos a largo plazo de tamaño considerable. Son retos personales donde no voy a poner el foco sobre la labor de mi entorno si no sobre la mía misma. Es necesario contar con más gente, pero voy a ver cuales son mis límites personales, ya que hasta ahora soy consciente de la labor externa, ahora quiero ser consciente de mi labor interna.

   Los retos pequeñitos posiblemente sean los mas importantes que tenemos ante nuestra vida. Pequeñas gotas hacen un gran mar, es increíble lo fácil que se nos olvida todo esto. Centrémonos en el pequeño acto y podremos tener la función entera organizada y ordenada. Un mundo caótico puede ser un lugar lleno de oportunidades para alguien que organiza sus pasos.

   Los problemas, obstáculos, dificultades no son nuestros guías, solo pequeños baches que vamos a ir encontrándonos a lo largo de nuestro camino. No merece la pena focalizar nuestros pasos en otra cosa que no sea nuestra meta, por corta que sea es muy importante. Grabarnos esta idea nos puede hacer evolucionar.

martes, 7 de octubre de 2014


   Constancia, esfuerzo, trabajo, lucha, todo muy admirable, pero si te rindes no queda nada. Cada día que me despierto me hago la misma pregunta ¿Qué estas dispuesto a sacrificar por este sueño? La respuesta es sencilla, todo.

   He tenido muchos acompañantes en este viaje, y cuando digo acompañantes digo todos, familia, amigos, compañeros de batalla, etc... Y hace tiempo que comprendí que no puedo pretender que sientan lo mismo que yo, así que ahora los disfruto hasta el día que ya no los pueda tener. Brindo por los que no están e intento abrazar a los que están.

   Cuando un sueño se hace una manera de vivir comienza a ser todo muy complicado, pero también muy hermoso. Te das cuenta que hay gente que se quiere vestir con tu manera de vivir, pero no pueden, por que en esta indumentaria hay lágrimas, esfuerzo sin recompensa, olor a derrota y alguna que otra hostia.

   El arte del soñador está en cambiar las frustraciones por sonrisas, a veces irónicos riéndonos de nosotros mismos. Otras veces el arte está en contemplar las pequeñas cosas, insignificantes que apenas nos damos cuenta, y en valorar todas las victorias sin olvidar que queda mucho por hacer.

   Otra acción que define la mal pagada labor de soñador es la de viajar, el soñador quiere viajar, quiere vivir en distintos escenarios, conocer nuevos héroes y villanos, enamorarse muchas veces al día, vender caras las lágrimas y baratos los besos. Pues el fin de un soñador es convertirse en sueño.

   Un sueño que se equivoca, que desaparece, que va y viene, que vuelve a ti, que se despide, que tiene cara de poker para no llorar y sonrisa de pícaro para olvidar, un sueño con muchos nombres y pocas victorias.

   Levanta la cabeza y sueña, la vida es muy corta para estar siempre vestido de realidad. Sueña y la música, sonará.




lunes, 22 de septiembre de 2014


   Las relaciones entre nosotros suelen ser complejas. Cada persona es un mundo y cada mundo tiene sus propia gravedad, sus propios satélites, sus propias normas físicas. Entendernos es a veces algo que va mas allá del lenguaje verbal, y que necesita de un tiempo de reflexión. Creo que todos necesitamos tener en cuenta esto último para poder tener lazos con el resto de la humanidad.

   No podemos adaptar nuestro mundo interior para congraciarnos con todos nuestros congéneres, pues entonces dejaríamos de tener criterio propio, y aún así, seguro que habría gente que no terminaría de empatizar. El equilibrio reside en conocer los limites de nuestro universo con los del resto, intentar entenderlo, y respetarlo. Y ser conscientes que nos equivocamos y que se equivocan. Todos cometemos errores.

   Nos empujan a ser cada vez mas individuales, siendo esa una tendencia generalizada, por lo tanto cortan nuestros lazos de unión con el resto y además nos hacen a todos iguales en nuestra de actuar. Para que nos creamos especiales nos ponen tres o cuatro grupos de pensamientos, para que así podamos elegir entre lo que ellos nos indican, siendo así imposible la capacidad de duda, ya que teniendo una elección aunque sea mínima ya nos sentimos algo mas libres.

   Triste es obviar que la persona que tenemos en frente siente y padece como nosotros, y que el simple hecho de sonreírle ya puede despertar un lazo cálido entre ambas sin que haya ningún tipo de interés mas allá del deseo de relacionarnos con un ser similar a nosotros.

   Yo que siempre he sido un individualista declarado cada día comprendo más dentro de mi soledad que hay que valorar en el presente la energía que nos dan nuestros iguales, pues forman parte da la naturaleza que nos rodea, al igual que plantas y otros animales. Vivir admitiendo lo positivo de abrirnos a los demás e intentando entender los motivos que a tal o cual individuo empujan a hacer una cosa u otra. Respetarnos tanto como hacemos con el resto. Querer tanto como nos queremos a nosotros mismos.

   No solo no perder nuestra esencia si no compartirla sin miedo al rechazo o a la crítica, pues no todo el mundo va a empatizar con nuestro fin o nuestra manera de hacer las cosas. Me gusta la gente que cree en lo que hace, que sabe escuchar la opinión constructiva y que acepta con una sonrisa la crítica destructiva. El miedo no debe estar en ninguno de nosotros, pues el miedo no es nadie.

 

martes, 26 de agosto de 2014


   La principal bandera que llevamos los músicos de rock es la rebeldía, la independencia, y la lucha contra lo autoritario. Amamos lo que hacemos, lo que creamos, y estamos sujetos a que a nuestra creación le lluevan críticas.

   Criticar a un músico por ser apasionado, por intentar hacer que la gente piense, por hacer algo mas "complejo" es como cagarse en el mismísimo Pablo Picasso, por que su mierda no es como la de los demás. La diferencia entre los ganadores y los perdedores en esta carrera no es que "tu mierda sea buena tio" si no que tu "mierda te la creas".

   A veces se nos olvida que nuestra personalidad en lo que se refiere a nuestro trabajo debe quedar plasmada y no subyugada a gustos de fulanito o menganito, basicamente por que nadie tiene la llave del éxito, por lo menos los que yo me he tropezado no tienen Ferrari en la puerta con rubia siliconada incorporada.

   Amar lo que se hace, trabajar sin descanso, alma y voluntad. Carisma, pues la manera en la que afrontamos la vida va plasmada en cada letra que se traza en el papel. No creo en las personas que me llegan con la frases "Esto es muy complicado" "Aquí está todo inventado" "Es imposible llegar a algo", no creo que ninguno de mis ídolos fuera por ahí en plan Calimero arrastrando sus sueños mientras los pisotea con malolientes gotas de realidad. Prefiero ser un idealista soñador con solo una sonrisa que un realista autómata acomodado con mirada de besugo.

 

martes, 5 de agosto de 2014



  Hoy me voy a contar verdades, realidades, eso que realmente importa. Todos lo sabemos pero en vez en cuando viene bien que nos lo contemos otra vez. Estamos aquí de paso y perdemos la perspectiva de muchos pequeños "detalles" que nos rodean.

   Lo que realmente me hace sentir vivo es aquello que me hace llorar, eso que duele, eso que produce que en la garganta se haga un nudo y me dificulte lo que mas me gusta en la vida, cantar.

   Lo que realmente me importa en esta vida es aquello que muestra mi fragilidad, lo que hace que me derrumbe como un castillo de naipes bajo el dedo de un Dios con un pésimo sentido del humor. Escondo mis emociones casi permanentemente, y posiblemente solo sea cuando escribo o cuando canto ese momento en el que me permito rendirme ante la evidencia, también me puedo romper, también me puedo caer.

   Lo verdaderamente importante tiene nombre, es molesto a veces, otras nos hace reír, nos protege, nos da aliento, nos escucha, nos enfada, es fácil saber que es, por que cuando no está nos hacen ver esa fragilidad. ¿Por que esperar a que nos falten para darnos cuenta de eso?

   Lo que me hace fuerte es lo mismo que me hace frágil. Siempre escondo mis emociones, es uno de mis defectos, creo que es uno de los atractivos que tengo para Miss Soledad. Al final solo soy un montón de cartas que se han derrumbado, ni siquiera una baraja hecha y derecha.

miércoles, 16 de julio de 2014


   En mi reino el Rey soy yo. Es una frase con la que debemos levantarnos algunos días, yo la aplico a mi mismo con bastante asiduidad, ya que a veces se nos olvida que somos responsables de todo nuestro ser.

   No se puede andar constantemente culpando al mundo de todo, ni tampoco empequeñecerse ante la vida, somos nuestros propios reyes y en nuestras manos está todo lo que queramos hacer. La demostración está en cada día de nuestras vidas, si te vas proponiendo pequeños retos te darás cuenta que en base a tu actuación los superas o no, evidentemente siempre hay influencias externas, pero esas, hay que dejarlas cada vez mas apartadas, fuera de los muros de este reino, pues no suelen ser positivas en su mayoría.

   Un buen rey, ama su reino, ama su pueblo, da gratitud, cariño, y protege a sus habitantes. Pues debemos amarnos, sentirnos agradecidos y hacer las cosas con todo el cariño posible, aunque a veces no nos guste lo que estamos haciendo. Debemos protegernos del atacante y afianzarnos en nuestra evolución. A veces las metáforas suelen aclararnos bastante las percepciones que tenemos, sobre todo las nuestras propias.

   Cada reino es distinto y no todas las maneras de gobernarlo son iguales, por lo tanto, no debemos copiar por copiar o por que sea la moda en ese momento. Normalmente las cosas que funcionan lo hacen desde la organización, el cariño, el respeto y la fe. Esta última palabra es la que genera el mayor movimiento que vamos a encontrar sin explicación aparente. A veces creemos lo que alguien nos dice sin ningún tipo de prueba, eso se llama fe.

   En estos últimos días he visto gente con chispa que es capaz no solo de generar fe, si no también de hacerlo de una manera innovadora y positiva. Son pequeños David que luchan contra unos grandes Goliat, pero lo hacen de una manera tan elegante que suelen despertar hasta envidia por parte de quienes ya dan la lucha por perdida.

    Ser artista en un mundo donde el arte y la cultura cada vez son mas cenicienta ante unas implacables hermanastras llamadas Economía, Política, Amiguismo, y con una madrastra llamada Sociedad, no es para nada algo fácil, pero, en mi Reino, no hay calabazas y a las doce empiezan los conciertos, y aunque no sean pocos los que quieren atacar, las murallas son tan altas y fuertes, que lo único que van a conseguir de esos ataques es que se les dedique una canción. ¡En mi reino el Rey soy yo!¡A comerse el día vamos!

miércoles, 28 de mayo de 2014



   Caminamos entre matojos de vanidad e ira, frustración que se nos clava como agujas hechas de impotencia. He decidido apartarme de esta marabunta de desesperación y negatividad, huele a odio, a locura, guardamos demasiado rencor dentro.

    Es interesante ver como cosas que suelo dar por hecho ahora se convierten en auténticos enigmas por descubrir a los ojos del mundo. El ejercicio mental más sencillo es la proyección hacia el contrario, haciendo así que veas las cosas con los ojos del prójimo, normalmente en este acto solemos entender los motivos por los que en la vida a veces hay diferencias y es más sencillo llegar a un punto de equilibrio entre un extremo y otro. Para comenzar esta practica hay que abandonar la narcisista necesidad de tener razón para dar paso a una pequeña gran maravilla de la razón humana, LA DUDA.

   Dudando de todo y viendo los diferentes puntos de vista en un posible conflicto podemos desarrollar el problema hasta convertirlo en elementos mas sencillos, que posiblemente sean más fáciles de responder que en el anterior punto de vista.

   Cuando no dudamos y damos como verdades absolutas nuestras opiniones o las del resto del mundo estamos hipotecando nuestro alcance, en cambio cuando dudamos y callamos para analizar la posibilidad de divergencia de lo que estamos tratando, abrimos un abanico de figuras diferentes en la que todo pasa del blanco y negro principal a distintos matices que pueden influir en el desarrollo total.

   El silencio puede ser una fuente valiosa de información, pues mientras nuestras palabras no llenan el espacio sonoro, las palabras de nuestros interlocutor/es pueden llegar con mayor claridad haciendo infinitamente mas sencillo el análisis y el aprendizaje, y todo ello sin una hipoteca de credibilidad. La credibilidad va unida a la coherencia de nuestros actos, nuestras palabras, respeto y confianza.

   Todo se resume en escuchar y callar, un acto que intento aplicar cada día, pues en una mente obtusa y exigua como la mía hay que tomar como favorable cualquier elemento a mi alcance. Mis opiniones y mis puntos de viste suelen ser irrelevantes, pero, el poder aprender del resto del mundo hace mas interesante mi estancia en este lugar llamado mundo.

lunes, 19 de mayo de 2014


   Tras varios días observando conductas, involucrándome en algunas de ellas siendo uno mas, viviendo y sintiendo lo que la aborregada mayoría de las personas hace, he aprendido bastantes cosas. En primer lugar es que cuanto más salgo fuera, más hecho de menos este bosque, donde me refugio y pienso, reflexiono sobre todo lo que me rodea, apago mis odios y avivo mis alegrías.

   La segunda reflexión, tiene que haber un lugar en la tierra donde no tenga que meterme en un bosque imaginario para poder pensar como pienso sin que nadie venga a juzgarme desde su pedestal social. Ésta, lamento decir que todavía no tiene respuesta, pero ando en ello, a unas malas siempre me queda volverme más loco hasta lograr que me ingresen, seguiría escribiendo, aunque dudo que pudieran leerme.

   La tercera y la que mas me ha extrañado por encima de las dos anteriores, que ya venían sonando en mi cabeza desde algún tiempo, es la total falta de personalidad de los que nos rodean. Están tan ocupados buscando de donde sacar dinero para luego gastarlo, que no se dan cuenta de que realmente no disfrutan del modo en como lo gastan. El ser humano se está convirtiendo en una maquina que solo mueve dinero de un lado a otro, que curiosamente, al final suele llegar al lugar de donde ha salido, y así poder acumularlo como una gran fortuna. Contemplaba ese baile demente de avaricia y consumo pensando que tengo algunos libros por leer y algunas canciones por escuchar. Y mi tiempo empezaba a hacerse caro.

   Llevo muchos años viendo este proceder, pero mi percepción está cambiando por que renuncié a dar las cosas por sentado, ahora dudo de casi todo. Cuando creces creyendo en unos valores y te das cuenta que "Donde dije digo ahora digo Diego", y que la palabra responsabilidad es una anciana violada y vejada que pronto caerá en el olvido, es fácil cambiar tu manera de verlo todo.

   La felicidad normalmente no viene del "que", viene del "con quien". Disfrutemos de la compañía de la gente que amamos, ya que nos van a juzgar por lo menos que tengamos un poquito de cariño por el juez.

lunes, 12 de mayo de 2014


   Todo los caminos que recorremos están tan llenos de obstáculos como de rincones hermosos. Cuando encontramos muchas dificultades es fácil rendirse y empequeñecerse, pero si logramos superar todas esas dificultades podemos ser capaces de crecer de manera exponencial. Podemos vivir durante muchos años acomodados y de repente darnos cuenta que recorriendo un camino bastante mas complejo nuestro yo desarrolla un carácter que antes veíamos incapaces de alcanzar.

   Ya he escrito en alguna ocasión que la confianza se genera desde el eje mismo de un ser, por lo tanto, cuando creces y te desarrollas es más fácil generarla. La confianza es una energía que va y viene, no la notamos a simple vista, pero nos hace poder seguir el camino con mucha más seguridad. Podemos cambiar la palabra confianza por fe, y darnos cuenta que cuando alguien cree en los pasos que recorremos, se hace más liviano y llevadero nuestro trayecto.

   Pero que ocurre cuando no encontramos esa confianza, esa fe, cuando todo parece estar en contra. A lo largo de la historia ha habido ejemplos de gente que lo tenían en principio todo en contra, personas por las que nadie apostaría, pero que no solo no se han rendido, si no que han demostrado que hasta el mas iluminado puedo equivocarse en un juicio prematuro.

   Hay un punto de inflexión para todo aquel que se enfrenta a un reto, ese momento en el que después de caerte varias veces y revolcarte bien por el fango, sigues en pie. En ese momento los "iluminados" que podemos tener en nuestra contra van a empezar a dudar, agarrarnos a esa duda es lo mas parecido que podemos encontrar a la fe, a la confianza.

   Los valientes que no se rinden y que luchan por una empresa personal hasta el final, por muy difícil que parezca, y son capaces de hacer dudar al mas escéptico de sus críticos, habrán logrado algo que hoy por hoy parece no estar muy valorado, credibilidad. Hacer fe, sembrar confianza, la artesanía de los genios.

jueves, 1 de mayo de 2014


   Vivimos encerrados en una prisión dentro de nuestra cabeza, a menudo, solemos limitarnos a nosotros mismos. Es importante proyectar la persona que querríamos ser en nosotros mismos. Para hacer eso solo tenemos que empezar a creer en esa persona, como lo haríamos en alguien a quien admiramos.

   Hay una sensación maravillosa que es la de olvidar lo aprendido y comenzar desde el principio a cuestionarse todo. Eliminemos en nuestra cabeza fronteras, banderas, idiomas, colores, todo, empecemos a tener la percepción de que nuestra casa no es nuestro fortín, nuestro hogar, si no un sitio más donde dormir, así no nos poseerá, pues todo aquello que creemos poseer al final nos posee a su vez a nosotros.

   Mi madre es una mujer de campo, una mujer sin estudios, una persona bondadosa, con sus defectos como todo ser humano, pero con mucha pureza en su naturaleza. Bueno es mi madre, que voy a decir de ella, es esa persona que siempre llevamos dentro en cada gesto, en cada recuerdo, en cada palabra de amor que nos nace. Ella siempre me enseñó a no anhelar nada material, a disfrutar con lo poco que tuviera en ese momento, por que como siempre me decía ella, hay gente en el mundo que está peor y son felices. Años después me dí cuenta que no solo eso, en nuestra vida, todos los momentos buenos o malos, marcan nuestro carácter y nos ayudan a empatizar con el resto de nuestros congéneres.

   No hay mayor felicidad en la vida que ver reflejada tu generosidad en la gratitud de otra persona. Dar y agradecer son dos valores maravillosos, que están por encima de cualquier estupidez social. Es hora de empezar a replantearse muchas cosas.

jueves, 24 de abril de 2014



   La inteligencia es un gran don, la belleza otro, pero acaso ¿Todo se resume a ser inteligente y bello? ¿Acaso ya nos limitamos a estar guapos, ser muy inteligentes, y conseguir pasta lo antes posible para demostrar nuestra astucia o la devoción que nos tienen?

   A lo largo de mi corta vida he ido observando que hay mas cualidades, que la gente desarrolla otras virtudes. Éstas son tan importantes o más, ya he hablado en otras ocasiones de dominar nuestras emociones y encauzarlas como la vela de un barco haría con el viento.

   Hoy voy a dirigir mi mirada a esas personas que sin ningún pudor venden humo y nos hacen creer que son excelentes en esto o en lo otro. Me parece un don inigualable la cualidad de vender torres de papel que se desvanecen en un abrir y cerrar de ojos, pero que dan el suficiente tiempo a esa persona a afianzarse o marcharse antes de que la sangre le manche el traje. Hay algunos tan hábiles que nos hacen creer que son necesarios para nuestra existencia y se convierten en el peor reflejo de nuestro principal fracaso, la política.

   La falta de fe que tenemos en el prójimo y lo peor aún, en nosotros mismos, ha dejado un vacío que algunos parásitos sociales han sabido ocupar. Como si una persona con cierto sentido común no supiera que hacer con su vida, y necesitara que otra, que por cierto ha venido también de un vientre materno y no de los cielos, le diga que vale o no vale, o que puede o no puede. La primera maniobra para que alguien quiera algo es hacerle ver que lo necesita.

   Todos somos tan necesarios como sustituibles, al mundo "se la suda" que se muera García Márquez, va a seguir saliendo el sol, pero para la omnipresente sociedad es un hecho triste el perder a alguien tan influyente en el pensamiento de muchas personas. Es esta sociedad la excusa perfecta para ir metiéndonos miedo, ideas negativas y todo tipo de estupideces, que nos tragamos con una facilidad pasmosa. El ser humano no es tan estúpido, pero estos mismos que nos han hecho creer que son necesarios son los mismos que nos hacen creer que jamás seremos nadie. Son devoradores de fe, quieren apagar esa pequeña llama de esperanza que tenemos en nosotros mismos, no quieren que veamos el potencial que tenemos como personas.

   Primer paso, creer en nosotros mismos. El fracaso es no intentarlo. Todos los humanos somos iguales. La fe, el esfuerzo, la alegría, la tenacidad, etc, esas con las cosas que nos diferencian unos de otros. O la virtud de vender humo, muy valorada últimamente.

jueves, 10 de abril de 2014



   Nada importa, todo lo hacemos con un peso relativo que tendemos a elevar o disminuir en función de la carga emocional del momento. Poco se sabe de mí, la verdad que no acostumbro a mostrarme, suelo hacerlo entre complicadas palabras en alguna que otra canción. Poco y mal vendo mis virtudes, y mal comprador soy para ellas.

   Pero aún siendo posiblemente el ser mas desastroso que hay en la tierra sería ir contra mi naturaleza el no derramar alguna que otra palabra por aquí. A veces peco de hablar demasiado, o de creer que se me escucha cuando hablo, es interesante ver lo rápido que huyo cuando me doy cuenta. Y aunque son tonterías, mis tonterías se leen mejor que se escuchan, por lo tanto, por aquí es más fácil todo.

   A diario veo sueños muertos, ilusiones perdidas, estúpidas maneras de vivir impuestas. La crisis hace tiempo que comenzó, con prejuicios, topicazos y distracciones sistemáticas continuas. Todos tenemos un continuo deseo de huir, de salir de una vida limitada, de respirar un aire cargado de nuevas oportunidades. Creemos que en cualquier otro lugar podríamos ser más felices. Y en el lugar que mas felices somos es en ese rincón donde no nos sentimos juzgados, que suele ser unan percepción más espiritual que física. Nos sentimos libres cuando podemos desarrollarnos en nuestra plenitud, cuando nuestro "destino", nuestro "fin" está frente a nosotros, pero inmediatamente apagamos la luz y nos cegamos con el derrotismo popular. Uno de las mejores emociones que podemos sentir es la superación, ese gesto en el que después de una pelea, de un trabajo, de un reto, salimos victoriosos, llegamos a nuestro pequeño objetivo y nos sentimos realmente bien.

   Para llegar al objetivo y superarnos, debemos tener en cuenta una cosa, siempre aprendemos de todo, de la derrota y de la victoria, de lo que no vamos a aprender nunca nada es de agachar la cabeza y quedarnos donde estamos. Y para que nos tomen en serio hay que empezar por respetarnos a nosotros mismos y creer en lo que hacemos, que ya está bien de que nos miren por encima del hombro criaturas grises y apagadas.

   Apagad la tele, poneos un disco de buena música y empezad a apuntar en una libreta pequeños objetivos. Si luchamos por ellos y vamos logrando poco a poco algunos de esos objetivos nos daremos cuenta que el aprendizaje va mucho mas allá de lo que imaginábamos.

domingo, 16 de marzo de 2014


   Llevo toda la vida buscando el bosque, ese rincón donde sentirme seguro y protegido, donde no notar el juicio de cada gesto, de cada palabra. Posiblemente el rincón más seguro donde quedarme agazapado sea en lo mas profundo de un pensamiento.

   Quizás sea el momento de encerrarme en ese pensamiento y entrar en un dulce letargo, de no molestar con mis pasiones, de arrancar la raíz de mi locura. A lo mejor es hora de apagar la luz y escuchar los ecos, de saludar a las sombras, el momento de agachar la cabeza y quedarse quieto.

   En un manantial de silencios los suspiros son solo ondas que se rozan unas contra otras con la delicadeza de una lágrima. Llevar tantas de esas ondas dentro y no explotar transformándose en lluvia es un castigo demasiado pesado. No se puede creer en un océano viviendo en un desierto.

   La profundidad de un pensamiento puede ser el rincón mas hermoso para olvidar a Padre Tiempo, y que mis canas vayan mostrando lo que mis ojos le cuentan en silencio.

jueves, 13 de marzo de 2014


Vida

   Sentir que el tiempo pasa y tu solo te dedicas a hacer lo que está programado, creo que todos tenemos esa sensación en algún momento, haciendo de nuestro camino algo tedioso y rutinario. Apaga la tele, despeja tu cabeza y empieza a preguntarte cosas.

   ¿Por qué hago cosas que no quiero hacer? ¿Por qué me callo cosas que no quiero callarme? ¿Por qué ener una opinión distinta me hace un "loco"? Y muchas otras cuestiones que pueden aparecer en nuestro limitado coco.

   No seré yo quien abogue por tropezar una y otra vez en la misma piedra, pues el error no tiene sentido si no aprendemos. Pero deberíamos tener un criterio propio con su consecuente acción. Si haces tonterías evidentemente parecerás tonto, pero hay muchas "cositas"  que no se prueban que son "por que si", y yo soy de los que me gusta dudar de todo y usar "a lo mejor" antes que "por que si".

   Experimentar nuevas sensaciones y ponernos a mirar desde los dos puntos de vista puede hacer una acción interesante, comenzar nuevos hábitos y no desechar nada sin haberlo probado, creer un poco más en nosotros y un poco menos en tópicos y prejuicios. Y observar que todo el mundo puede opinar, pero que no todo el mundo tiene un conocimiento total de lo que opina y su criterio se puede poner en duda. Llamemos a las cosas por su nombre, quien hace pan es panadero y quien hace sirve copas es camarero, seguramente sepan de pan y de hostelería respectivamente, pero cuidémosnos de aquellos que aprendiendo dos o tres tecnicismos nos quieren vender motos que luego no arrancan.

   Empecemos a vivir un poquito mas dudando un poquito de todo, yo el primero, que yerro mucho y aprendo poco. La magia de la vida está en las veces que nos podemos sorprender al día. Hay un infante rondando alrededor de mi en estos momentos del que es fácil aprender esto, aprendamos de las personas que tienen la sonrisa mas bonita e iluminada, que esos si que saben de la vida.

jueves, 30 de enero de 2014


 Energía


   Como bien sabemos la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. De ahí podemos empezar a deducir que todo lo que nos rodea puede influenciar en nuestra energía.

   Ser conscientes del efecto que puede tener todo esto en nuestras emociones es muy importante, nos puede ahorrar tener una actitud equivocada ante estas influencias. No somos realmente conocedores de hasta que punto la transformación de la energía puede hacer de nosotros una cosa o totalmente lo contrario.

   Hay gente que ha pagado grandes cantidades por influenciar en el sentido de la energía que le rodea. Decoración, luz, color, escultura, arquitectura, música, literatura... arte.

   Soy artesano de energías, de emociones, de gestos y miradas. Transformar la cantidad de energía que me brinda la vida en una emoción, transformar el calor de un público en pura fuerza, alegría, tristeza o dolor, etc.

   A veces no sabemos bien por que nos atrapa este mundo donde invertimos horas y horas de nuestra vida para darle forma a una idea, para sacar esa emoción que nos pone los pelos de punta y hacerla palabra, nota musical, voz. Entonces pienso y llego a la conclusión de que soy un vagabundo hambriento de energía, de emociones, necesito tomar un poco de la energía que me da el público. Y la mayor gratitud que puede tener un artista es llegar a devolver una mirada, una sonrisa, un gesto de cariño, de respeto, con una emoción, y transportar a esa bomba vital que nos entrega su energía a un universo llamado sentimiento.

   

jueves, 23 de enero de 2014


Resetear

   Para seguir nuestro desarrollo necesitamos mirarnos en ciertos espejos. Éstos, nos hacen vernos de manera más objetiva. Es interesante observar la dificultad que conlleva el apartar las visiones altamente subjetivas de las puramente objetivas y a la par constructivas.

   Una vez reflejada nuestra imagen es curioso lo difícil que es mirarnos a nosotros mismos, haciendo de esto el trabajo mas incomodo. La humildad necesaria para este acto es un ejemplo de pureza y libertad, dejando atrás el ancla del orgullo, que a veces nos libra de vagar a la deriva, pero otras nos hace quedarnos anclados en un error que se hace cíclico.

   Cuando el reflejo es asimilado, normalmente habrá cosas que deseemos cambiar. Miraremos atrás y nos daremos cuenta de tantos y tantos errores cometidos por influencias externas mal asimiladas por nuestro carácter.

   Para no caer en esas malas "praxis" de nuestro ser, lo mas importante será resetear y cambiar la visión de nuestra manera de ser desde nosotros mismos. Siempre hay que hacer las cosas desde nuestro interior hacia el exterior, responsabilizándonos así de todo lo que nos suceda. Somos responsables de lo bueno y de lo malo. Reseteémos eliminando culpa, orgullo y malas experiencias.

jueves, 16 de enero de 2014


     VACÍO
 

   En nuestro día a día, en nuestras relaciones, en nuestros pensamientos, siempre partimos de la base de poseer algo. Cuando nacemos, desnudos, indefensos no tenemos más que nuestra propia existencia, nuestra conciencia y una inteligencia que se nos supone superior a la del resto de las especies.

   Hay muchísimas cosas que nos rodean que creemos que son nuestras, que nos pertenecen, haciendo de las concesiones más hermosas de la vida, estúpidas obligaciones o leyes que carecen de magia. Nadie está obligado a amarnos, ni nadie nos debe lealtad eterna, son gestos que la vida nos brinda que se devalúan cuando pensamos que es nuestro derecho que sea así. Conducir un deportivo tendrá menos valor para nosotros mismos, cuando tengamos la percepción de que el deportivo es nuestro. Parece de locos, pero es así.

   Somos seres vacíos que nos llenamos de pequeñas gotitas de todo lo que nos rodea, somos recipientes dispuestos a beber sorbitos que nos aporten sabores, colores. Cuando nos demos cuenta de lo vacíos que estamos estaremos listos para empezar a beber de los demás.

   No poseemos nada, pero así como somos recipientes vacíos, a veces nos llenamos y debemos o bien compartirlo o bien vaciarnos en un rincón donde no se manche todo. El cual de las dos opciones elegimos es un ejercicio de libertad, yo por lo pronto, cada día mas, intento no manchar nada desde aquí.

miércoles, 8 de enero de 2014


    LOS PEQUEÑOS RETOS


   Las sorpresas que nos da este loco destino nos hacen salir de este mar rutinario que nos lleva a la deriva a un puerto que quizás después no nos guste en absoluto.

   Para fomentar encontrarnos con esas pequeñas sorpresas, algunas veces agradables y otras menos, hay que afrontar pequeños retos que nos hagan apartarnos de un redil que cada vez se hace más sofocante. Estas pequeñas metas nos acercan poco a poco a un desarrollo que es quizás lo más importante, un ejercicio de superación que hace de los pequeños retos, parte de un carácter.

   Las personas que suelen rendirse y apartarse en nombre de la desgana, la desmotivación, la negatividad, suelen hacerlo para quedarse en un lugar cómodo y calentito, hallando así un conformismo que a veces es lapidario.

   Renunciar a intentar hacer algo, alegando la derrota antes de comenzar el partido, nos hace merecer o no el tener opción de hacerlo. Los méritos en la vida quizás cada vez queden más enterrados, pero, cuando la partida está avanzada, ante las dificultades, quien ha labrado su camino con pequeños retos, se crece, quien ha aprovechado la coyuntura tiende a rendirse. Los pequeños retos, son nuestra herramientas ante el mañana, forman nuestro carácter y nos hacen merecer nuestro lugar.